Todos los jueves, después de comer mi tupper , me dirijo a la administración de loterías de la calle Zurbano para echar la primitiva y mientras relleno las 6 casillas empiezo a fantasear. ¿Qué haría si me tocara el bote de esta semana…? Por orden cronológico creo que haría algo así.
1.
Volver a mi trabajo a las 15:00 en punto. Hablar
con mi jefe, darle un abrazo de osete, agradecerle por todo y de corazón y
decirle que si necesitan cualquier cosa, pues que ya conmigo no cuenten. A no
ser que sea para un sarao o algo así.
2.
Llamar a mi familia y amigos más cercanos para
ir preparando un buen fiestón.
3.
Acto seguido pillarme una buena “tajá” en buena
compañía. Que ya sabe “Celebrar es de sabios”.
4.
Cuando se me haya pasado el chispazo, empezar a
buscar a un buen gestor y a un buen psicólogo para evitar que me vaya mucho la
cabeza.
5.
Liberar a mis hermanas de esa cárcel de la
modernidad llamada Hipoteca y así puedan ser más libres.
6.
Contratar un crucero para irme con toda mi
familia. Y hacer la conga con ellos todas las noches.
7.
A mis padres todo lo que quieran porque no hay
dinero ni nada en el mundo que pueda compensar todo lo que ellos me han dado.
8.
Me encantaría construir una residencia para
ancianos sin recursos ni familia. Y contrataría a la mejor gente para que los
cuidara.
9.
Me compraría siempre jamones de pata negra. Porque es que me gusta muchísimo.
10.
Y creo que seguiría viviendo en mi piso
alquilado porque tener cosas propias me da mucho vértigo.
11. A mis mejores amigos les regalaría
viajes, o masters, cenorras… o cosas así que son las que más felices hacen. Que
nadie me pida cosas ostentosas, que no me gustan ni me van a gustar jamás.
12.
Seguiría aprendiendo. Haciendo mil cursos de
fotografía, de escritura, intentaría ver todo ese mundo que veo tan imposible
conocer. E intentaría seguir siendo viajera, y no turista.
13.
Me compraría un olivar en Génave para arraigarme
aún más a la vida y a las cosas que son de
verdad.Tendría gallinas y hasta hijos, lo mismo muchos. Los que la naturaleza me otorgue en tiempo.
14. O lo mismo no hago nada de esto y desaparezco tipo El Dioni.
¿Pero y qué pasaría con la manera que tengo de ver la vida? Seguro que cambiaría, que dejaríamos de valorar las cosas pequeñas como un viaje que preparas durante meses y que disfrutas cada segundo. O salir a cenar a un sitio chulo para conmemorar alguna fecha especial, o la felicidad que uno siente en día de fiesta... Creo que el dinero en exceso se puede cargar la magia de la vida, o al menos lo que yo considero magia.
Que seré toda la vida una currante mileurista, con trabajos inestables, viviendo en pisos de alquiler, sin coche ni carné y sin conocer lo que es una libreta ahorro. Pero si hay sueños es porque quedan tantas cosas por hacer siempre, que al final es el motor que te empuja a seguir viviendo. Porque para mí, no hay suerte más grande que tener vida y además vivirla.